sin encontrarte,
y sin embargo, estás conmigo.
Te busco entre los libros
y en las puntas de mi lápiz,
en la taza de café
o en la música que escucho.
Encuentro tus palabras
de viento al caer la tarde,
cuando el sol se tiñe de naranja
y me refugio en el recuerdo.
Tu ilusión vive conmigo
siempre, porque siempre eres
compañero de mi viaje.
María Arteaga
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