Mis ojos son cortinas mecidas por el viento
que se mueven en silencio.
Todo está quieto,
apenas se percibe el sonido del lápiz sobre el papel
casi inmaculado.
Dos versos y una intención de poema de luna.
Acaricio mis mejillas templadas de pensamientos
y besos que se han quedado en mis labios.
No serán los mismos que deseaba ofrecer,
si acaso, tímidamente me refugie en su mirada
que me calma.
María Arteaga
***
3 comentarios:
Maravilloso
Esos versos son un regalo para este fin de semana, preciosa.
Un beso.
PRECIOSO. Sobran las palabras ante un poema tan rico y dulce.
Un beso, mi niña.
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