El día es para ellos largo, agotador.
Tan cansados llegan a la noche, que se apagan
antes que las velas de la tarta.
Acurrucados sobre el sofá, despiertan sobresaltados:
han olvidado bailar, comerse a besos, terminar la botella,
o al menos, vaciar las copas que esperan sobre la mesa.
A pesar de los olvidos, son felices con lo que tienen,
su amor es tan importante, que en ese momento, ella,
solo desea que él recuerde su día eternamente.
María Arteaga
***
7 comentarios:
Cuando las feromonas dejan de producirse , la rutina empieza a provocar ineludibles cansancios o pertinaces¿Dolores de cabeza?¿
Besos
André
Hola, André.
Los protagonistas de este poema, trabajan demasiado, solo eso.
Besos, amigo.
Buon inizio settimana...ciao.
Buena semana...
PRECIOSO
Como siempre, muy bonito.
feliz semana, mi niña. Un beso
Graciaaas
Publicar un comentario