No tardes, que te espero...
Cuando el sol esconda los rayos de cobre
y la luna refleje su figura en lo alto,
ahí estaré yo mirando por la ventana
ansiosa de ti.
No tardes, que te espero...
Al comienzo del ocaso,
cuando la huerta huela a limón y claveles,
y el campo a olivos de secano,
un grillo vigilante alertará a las luciérnagas
para alumbrar tus pasos.
No tardes, ya sabes que siempre te espero.
María Arteaga
***
6 comentarios:
Percibo un agradable aroma de amor y paz.
Muy bonito, mi niña.
Feliz día y un beso.
Maravilloso y soñador.
Cuando la tarde huela A LIMÓN Y A CLAVELES¡nO TARDES QUE TE ESPERO
bESOS
aNDRÉ
Preciosa manera de escribir. Pasaré de vez en cuando.
Un beso
GRACIAAAAS
Intento escribir algo bonito y no encuentro nada
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