Cristales empañados de amor
abrazados a un tiempo infinito
que es alimento para los dos
hasta el próximo beso.
Miradas empañadas de emoción
risas de alegría, de paz y ternura,
silencio en el silencio del adiós,
dos voces ..., dos te quiero.
En el fondo del cofre duerme
con voz quebrada y suspiro quieto.
Sobre el catre descansa despierto
bajo la morera de frutos negros.
Carros y barro, agua de botijo
fresca y limpia...¡como sus ojos!
Sendas de huerta y campo
naranjos y limoneros secos.
Versos en papel viejo
atados con hilo de esparto.