sábado, 29 de diciembre de 2012

Rompiendo el tiempo

Para ti, tú sabes quien eres.















Tus palabras son música con acento gallego.
Era domingo el primer día que escuché tu voz,
hoy es fiesta de nuevo.
Cuando hablamos gano en sabiduría,
rompemos el tiempo.



María Arteaga


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martes, 25 de diciembre de 2012

Inquietud



Todos se han marchado,
todo está de nuevo en su lugar,
quieto, ordenado, limpio.
Todo está en silencio
menos  mi corazón,
que late alborotado
en una maraña de inquietud.


María Arteaga



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miércoles, 12 de diciembre de 2012

Luces sin luz














Hoy, como todas las tardes estabas allí,
haciendo que la música llenara mis sentidos
esparcidos por el aire.
Hoy, como otra tarde más he salido a la calle
a la misma hora, cuando el sol se despide
y aparece la luna.
Hoy, como cualquier día he vuelto a casa
sabiendo que no encontraré nada especial,
solo el vacío de otra noche sin calor.
Hoy, he descubierto que paso desapercibida
por las calles iluminadas de fiesta e hipocresía,
y me he sentido muy sola.



María Arteaga


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sábado, 1 de diciembre de 2012

Tu calor..., mi abrigo


Frío, tengo frío esta mañana de otoño
que llama con escarcha y nubes
a otro invierno más.
Tu almohada tiene rastro de calor y caricias
y la mía, huele a jabón, susurros y flores.
Mi lado está inmaculado y el tuyo, arrugado,
porque cuando duermo contigo
sobra la mitad de la cama.
Embutida en tus brazos que no quiero dejar
ni puedo soltarme de ti, tú tampoco,
anudados en calor de amor y silencio.
Más tarde, tus palabras buscan mi voz
y te digo lo que tú quieres escuchar.



María Arteaga



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domingo, 25 de noviembre de 2012

Noche de noviembre














Me gustan las rosas y los jazmines
en las veredas de la huerta,
en jardines y rincones del pueblo,
me encanta el olor de los huertos.
Aromas, recuerdos y colores
para esta noche de sábado.
Cuando hace un rato hablaba contigo,
quise ser novia vestida de blanco
de tu brazo y azahar en mi mano.
¡Ay, niño!,
llegaste un poco tarde, pero has venido.
No importa la hora si podemos vernos,
tú y yo sabemos mucho de eso...
siempre hay brillo en tu mirada
y un beso mío para tus labios.



María Arteaga


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jueves, 22 de noviembre de 2012

Donde se besan las aguas




Te siento en la lluvia temprana,
en la luz tenue de la farola,
en el silencio de la noche
y en la música de la madrugada.

Yo también tuve veinte años y soñaba,
aún sigo soñando.

Los dos caminábamos sin rumbo
intentando encontrar un poco de luz
y descubrimos más estrellas, y  la luna...
Cógeme de la mano,  mira mis ojos
y vayamos juntos, ¿donde...?
Da lo mismo una cabaña
o aquel lugar que vimos juntos
donde se besan las aguas
del océano con las de la mar.
Llévame al fin del mundo
que yo te seguiré sin mirar atrás.


María Arteaga


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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Sobre todo, tú.


Gracias por las violetas y estos pétalos de ternura












Entre voces desconocidas
y dos vasos de vino,
le cuentas trozos de tu vida
haciéndole sonreír.
Quizá es lo que deseas.
Ella observa tus palabras, tus gestos,
y sobre todo, se mira en tus ojos
espejos de tu corazón.
Tú continúas hablando
mientras ella escucha atenta.
Por si no te has dado cuenta,
adivina que ante todo, has venido
a ver su estado de ánimo.
Siempre te ofrecerá su sonrisa,
su apoyo incondicional,
alimento de tus dudas y soledades.



María Arteaga


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lunes, 12 de noviembre de 2012

Mis manos
















Antaño eran seguras y bellas.
Hoy se duelen del trabajo
deformadas con el paso de las horas.
Cada mano tiene heridas invisibles
y caricias que van dejando huellas.
Ellas, que han cuidado a mis hijas,
cuerpos de bebés alegres
hermosas como palmas bailaoras.
Han cosido, tejido y bordado telas,
poemas en papel de estraza.
Han cortado rosas, arado la tierra,
plantado pensamientos, petunias,
jazmineros y hortalizas.
Han planchado y guardado ropas,
han escrito, sostenido mis libros
y acariciado su cabello de plata.
Manos que tiemblan al tocar su piel
inseguras por temor al parecer feas,
gastadas a puntadas de costura.
Amantes, protectoras y osadas,
pero sobre todo y para siempre...
amigas, amables y compañeras.



María Arteaga


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sábado, 10 de noviembre de 2012

Fue solo un sueño


Pasan las horas como el viento
los días que son preciadas joyas,
o se quedan ancladas sin remedio
como un reloj sin agujas.
Anoche me rendí ante el vacío
de sábanas frías y silencio.
Amanecí entre tus brazos
y sé que lo soñé, lo sé.
Soñé que nos perdimos
por la rosaleda del parque
y he despertado sorprendida
entre miles de pétalos de rosas.
Aun sigo dormida.
Tengo miedo a despertar y sentir,
que en realidad fue solo un sueño.



María Arteaga


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martes, 6 de noviembre de 2012

Paseando en otoño



El río bajo mis pies, la virgen enfrente,
les saludo: a él con una sonrisa,
a Ella con un beso eterno.
Atravieso la plaza con las tinajas vacías,
ciclamen llenos de color
y bancos solitarios en penumbra.

Mis pasos me llevan al jardín.

Árboles centenarios y risas de ayer,
no hace tanto que anduve bajo sus ramas
con el corazón alegre entre los pajarillos.
La iglesia sigue en el mismo lugar,
repican las campanas dando las horas
en un día de noviembre lluvioso.En otoño...



María Arteaga


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miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Recuerdas, padre?



Mis padres. Patrocinio y Manuel



















¡Cómo te echo de menos, padre!

En la cocina no arde la leña,
solo la llama de una vela alumbra el lugar
dibujando en la pared formas extrañas.
Te imagino sentado en tu sillón
cerca de las brasas, atizando la lumbre,
llamando a mamá: ¡Patro...!,
controlando hasta los sonidos del alba.
Otra vez hoy, treinta y uno de octubre,
tres años ya que no vi apagarse tus ojos.
Tan ciega estaba de no querer ver
que te despedías de mí sin palabras.
Sin hacer ruido soltaste tus manos
dejando las mías frías y huérfanas,
inertes, gritando en silencio,
llorando con una sola lágrima,
pero tan pesada
que no cabía en mi tanto dolor
como en esta noche triste y solitaria.
¿Nos ves desde ahí?...,  ¿nos sientes?
La familia ha crecido, pero no temas
que ellos sabrán del abuelo Manuel.
Escribiré cuentos, poemas que hablen de ti...
ya sabes padre que soy tu hija "la poeta".
Tú así me nombrabas...¿recuerdas?.



María Nicolás Arteaga


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jueves, 18 de octubre de 2012

Ahora que lo pienso...
















Miras mis ojos fijamente.
Tus manos juegan con la pluma
mientras desnudas el alma.
Tu boca, miro tus labios,
tu cara divina
y deseo fundirme contigo.
Te siento mío, tan mío,
como las lágrimas que se ocultan
en lo más profundo de mi corazón.
Hablas, escucho y callo,
quisiera no oír palabras
que a los dos nos  hacen sufrir.
Intento parar el tiempo
pero el reloj continúa su ritmo,
tic-tac, tic-tac, tic... tac...
Me das lo más hermoso
que se puede desear,
amor, mucho amor, amor...
Nada más puedo pedir,
sí, ahora que lo pienso...,
que te quedes conmigo.


María Arteaga


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sábado, 13 de octubre de 2012

El rubor de una estrella















Por la ventana abierta se coló la noche...
Y llegó la madrugada celosa de ella,
tan entregados estaban en quererse,
que no vieron la estrella que les miraba
ruborizada, a la penumbra de las velas.
Se fue temerosa de ser descubierta
o quizá, a buscar un lucero
que le hiciera suspirar de pasión.
Amaneció.
El sol llegó apresurado
cubriendo de luz la mañana
y las cenizas de incienso.
Repicaban campanas de fiesta
y ella le despertó como él quería,
a besos.
De nuevo se enredaron
entre sábanas, caricias y amor.
Él se quedó inmóvil al despedirse,
y no vio las pupilas cristalinas,
ni sus labios temblar
cuando ella le dijo... adiós.



María Arteaga


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jueves, 11 de octubre de 2012

Un regalo para hoy

Rosas del jardín de Lola (Totana)



María


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miércoles, 3 de octubre de 2012

En la misma almohada



Descansa, te invito a vivir.
Podrás pasear sobre tus sueños
y desayunar conmigo mirando al mar.
Querré estar en casa a tu vuelta
y esperarte con impaciencia.
Comeremos juntos ensalada de ilusiones
acompañada de vino y fresas.
Dormiremos en la misma almohada.
Prometo despertarte con besos y
seguir a tu lado hasta que me abraces.
Merendaremos café con leche
y bizcocho de almendras.
Al anochecer, saldremos a pasear
y  cuando estemos cansados,
descansaremos al arrullo de la luna.
Después lavaré tu cuerpo
que secaré como un rito ansiado.
Cenaremos bajo las estrellas.
Desearé que me cuentes historias
con tu voz de cuento,
y más tarde, si te apetece,
nos acariciaremos sin premura.
Te invito a una vida en paz, libre, feliz...


María Arteaga


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jueves, 27 de septiembre de 2012

Siempre estás ahí

Tendrás que ponerte a mi altura, o yo de puntillas

Solícito, generoso,  humilde,
honrado y bueno. Caballero.
Sembrando y cosechando,
amistad, cariño, respeto...
No quiero pensar cuando no estés
y al marcar el numero mágico
no escuche tu voz de barítono amable.
No te veré por la calle,
ni  nos despediremos hasta el día siguiente.
Sé que aún en la distancia podré,
como escribió Benedetti: contar contigo.
Aquella tarde  de primavera
respondiste a mi saludo
y el verde de tus ojos
encontró el castaño de los míos.
Hoy tengo un nudo en la garganta,
pero no de pena, sino de  alegría,
sabiendo con certeza que ante todo,
eres mi amigo.
Hermosa palabra que los dos
llevamos como bandera,
lealtad y orgullo.


María Arteaga


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martes, 18 de septiembre de 2012

Música en la tarde



Para ti, que hiciste mi tarde más alegre.
Tú, amigo, salvas mi tarde.
Escuchas con atención
y sonríes hasta con la mirada.
Un violín llora en la calle
sin saber lo que siento,
cada una de sus notas
es dulce y triste acierto.
Mis pasos nos separan,
más no mi alma,
que se queda con la música
y contigo.


María Arteaga



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miércoles, 5 de septiembre de 2012

Tus labios..., mi perdición


Me llevas hacia ti despacito,
besas mi boca con dulzura
para más tarde dejarla
y recorrer con tus labios
cada milímetro de mi piel.
Sostienes mi cabeza, me miras,
y con arrebato de deseo
acaricias mi cabello despeinado.
No sé cómo ni en qué momento,
has bajado hasta mis pies
que mordisqueas con gula.
...Y yo me abandono,
dejo que hagas lo que tú quieras
porque tus deseos son de los dos,
mis besos de tu boca, y tus labios,
¡ay! tus labios..., son mi perdición.


María Arteaga


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viernes, 31 de agosto de 2012

Cantando bajo la lluvia en vísperas de Luna azul




Anoche llovió en Las Lumbreras, imagino que lo haría en más lugares, pero yo me encontraba en el pueblo que jugué de niña y donde vive mi madre.

María, la hija de Olga y mi primo Antonio, no dudó ni un momento en colocarse bajo la canaleta de la terraza de la casa, y bailar y jugar bajo la lluvia. Lo hizo hasta que cayó la última gota de agua. María es  alegre y vivaracha como yo cuando tenía su edad, nos llevamos bien, muy bien.
Todo un espectáculo gracioso y agradable.

Esta noche tenemos otra vez Luna azul, también llamada desleal o traidora.( Dos veces luna llena en un mismo mes).




María


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jueves, 23 de agosto de 2012

Al final del túnel..., tú











Cuando seas mayor, sigue soñando
pero no dejes de amarme.
Quiero ser tuya hasta que mis ojos se nublen
y mi boca tenga un hilo de aliento,
porque resucito cada vez que apareces ante mí
y ríes con mis palabras inventadas.
Si veo un túnel oscuro, imagino que al final estás ahí,
caballero sin armadura, sin lanza, ni espada,
solo con tus brazos que me atrapan sin remedio.
Si algún día no sientes como aquel niño,
no te deprimas, ni derrames lágrima alguna,
que yo también sueño dormida,
y cuando despierto,
palpo la realidad que me entristece,
y siempre, siempre...,
al final hay un puente donde me esperas.


María Arteaga


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lunes, 20 de agosto de 2012

40º a la sombra


Siesta en Murcia. 20 de agosto a las 16 horas. 
Regreso a casa después de finalizar mi jornada laboral. Entre las calles busco la sombra intentando no morir en el intento y además me duele la cabeza. Después de caminar 15 minutos, a lo lejos veo la fachada del edificio de la casa donde vivo.
Solo nos separa un jardín. Es evidente que no todos deseamos lo mismo, ni tenemos las mismas necesidades y el mismo calor...

Ante mis ojos, hay un banco de madera bajo un árbol, sentado, un señor con edad de  haber llegado felizmente a la jubilación. Le acompaña un perrillo, también sentado (ignoro si le han jubilado). Los dos están en silencio. El hombre sostiene en las manos una novela de "Estefanía" (creo que son del oeste americano).

Sonrío y el caballero me mira. Vuelve a su lectura. Solo es una curiosidad de un verano con 40º a la sombra...de un árbol.

María


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jueves, 16 de agosto de 2012

Seis palabras al viento



Margarita malva te envío
que adorne tu solapa,
y con mis besos,
el moreno de tu cara.
Busca en cada pétalo el deseo
escrito a sus espaldas,
oculto, para que nadie lo vea,
solo para ti y  mis hadas.
En uno faltan las palabras,
escribe lo que siempre callas
para llevarlo a un druida
y nos haga magia.
Gracias por regalarme
mucho más que...
seis hermosas palabras.



María Arteaga



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lunes, 13 de agosto de 2012

Una libélula en mi almohada


... Besos invisibles en las alas,
caricias en el pensamiento
trajo la libélula madrugadora
al colarse por la ventana.
Apenas sin fuerza, exhausta,
se dejó caer en mi almohada.
La cogí entre mis manos
para llevarla a la libertad,
pero ella sintió paz y alegría
y decidió volar a mi lado, libre.
Ahora es parte de mi mundo,
alerta cuida mi descanso...
fiel guardián de mis sueños.


María Arteaga



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martes, 7 de agosto de 2012

Consejos



    

Este amor que quiere ser
acaso pronto será:
pero ¿cuando ha de volver
lo que acaba de pasar?
Hoy dista mucho de ayer.
¡Ayer es nunca jamás!

                  *
Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar,
la moneda del alma
se pierde si no se da.


Antonio Machado



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viernes, 3 de agosto de 2012

Entre las palmeras, la luna
















Si me abrazas como hoy, no me sueltes,
deja que me funda contigo bajo la luna
entre las palmeras vigilantes.
Si percibes que desespero o me hundo,
encuentra un remedio para mi mal,
tú, que calmas todos mis pesares.
Si ves que mis ojos no brillan como ayer,
busca aquella estrella que se reflejaba en ellos
y no la dejes escapar, que en ella está la luz
que veo en tus pupilas cuando nos encontramos.
Si notas mis mejillas mojadas, no las seques,
junta tu cara con la mía y calla, no hables,
solo escucha mi corazón, él te contará.



María Arteaga


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sábado, 28 de julio de 2012

Claudia...


La misma postura, sus manos sujetan la barbilla de una cara preciosa, ojos curiosos de todo lo imaginable, mirada limpia, muy bella.
Observa mientras escribo. Mi ordenador está encima de la cama, como aislante un álbum de fotos, ella sigue mirando lo que hago. Tumbada a mi lado en el suelo, escribe algo en su pequeño portátil, mira de reojo,  apenas se mueve  mientras el tiempo pasa. El reloj no se para, es la 1:55 de un sábado de julio en Balsareny. Claudia sigue a mi lado, las dos tememos que su padre despierte y nos mande a dormir. Mañana nos vamos de compras a Barcelona y creo que sobre todo a ella, le costará un poco levantarse...¡Dios mio, si ya es hoy!


María


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lunes, 23 de julio de 2012

Mirando al sur


Allá te imagino, entre un vals de olas.
El mar es testigo de mis pensamientos,
él, que acaricia mi cuerpo con espuma
y juega con mis pies descalzos,
que aprovechando un descuido,
aún sabiendo que yo solo deseo tus besos,
muerde mi boca salada.
Agua transparente que deja ver caracolas
entre un bosque de posidonias,
celosas de aquella tarde de amor en la playa.
Me marcho entre recuerdos y realidad,
dejando mis huellas sobre la arena mojada.



María Arteaga


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martes, 10 de julio de 2012

Gotas de estrellas












Entre hojas plateadas de olivos
se deja ver la luna de verano,
cielo de luz, gotas de estrellas caen
en la negrura del campo.
Olor a tierra labrada y amanecer,
trigos dorados y maduros,
tibios aún por el sol de ayer.
Besos eternos de deseo y amor,
manos anudadas sin ataduras,
lazos en el alma, silencio de abrazos.
Despertar con su mirada de júbilo,
felicidad de un día nuevo.


María Arteaga



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jueves, 5 de julio de 2012

Mis versos, poesía...

El Río Segura a su paso por Murcia














Verano, verano...
Amanece tras la estela de la luna,
noche de sueños y letargo, cansancio...
Calima, brisa nocturna sin fresco.
Abro los ojos antes que el primer rayo de sol,
deambulo entre caminos de olvido
y calles de esperanza.
El río juega con peces, ánades y cisnes,
yo les miro curiosa, ellos siguen su ritmo
mientras me pierdo un día más,
lejos...¡tan lejos...!
A veces no sé donde vivo o si estoy viva,
solo me salva la ilusión y un papel en blanco,
y sobre todo, mis versos, mis poemas.


María Arteaga


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jueves, 28 de junio de 2012

Ojos de gitano



Me encanta tu piel fuerte y morena,
tu voz dulce como la fresa,
tu mirada de sorpresa grata.
Me encantan tus ojos de gitano,
piropo cargado de magia
y tu risa si miras a los míos
cuando sigues mis cientos de palabras.
Me encantas de cualquier forma,
mi dicha es tu felicidad, me encantas.


María Arteaga


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domingo, 24 de junio de 2012

Dos regalos más


Ayer fue un día muy especial, Alicia y Emanuel unieron sus destinos. Acompañados de familiares y amigos, salieron juntos de la iglesia convertidos en matrimonio, más tarde, nos obsequiaron con una comida estupenda, donde reinó la alegría y la música, acompañada de sorpresas.


María (2), además de que estaba guapísima, les entregó una "capsula del tiempo" en forma de caja maravillosa. Muchos buenos deseos y secretos ocultan esos seis lados de cartón, y mucha ilusión. Ojalá estemos todos cuando la abran.

Mari Carmen leyó un cuento que escribió exclusivamente para la ocasión, y yo le seguí con el poema que tanto le gusta al pianista.

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Lo que nos da la música…


    Una hoja verde quiso destacar entre todas las compañeras, no quería parecerse a ninguna de ellas.
Decidió aprender a cantar como los jilgueros que en su rama se posaban, aprovechando el viento para moverse, y buscar nuevos sonidos. Había descubierto que cuando “él” llegaba, se rompía el silencio, y podía escuchar una música dulce y melodiosa. 

El mes de marzo había pasado, y con él, los vientos que la traían. También se marchó abril, dejando el tronco enmohecido por la lluvia propia del lugar donde vivía.
Intentaba la hoja verde moverse creyendo, que de esta manera el viento también lo haría, y así, podría escuchar de nuevo la música cerca de ella. Para nada le valió su hazaña, pues la lluvia se posó sobre su cara, y con tanto peso le era imposible moverse.
Le dada vueltas a su imaginación día a día, pensado como cumplir ese sueño, y llegó el mes de mayo. Las otras hojas la veían triste y no entendían cual era la razón de su melancolía.
Entre tanto la primavera resplandecía en los campos de trigo… y los pájaros comenzaban a cantar apenas amanecer, después se podía escuchar el gorgoteo de algún recién nacido que pedía a la madre comida.
Había llegado junio. Y con él un sol resplandeciente bañaba el árbol, en el que la hoja verde vivía; nunca lo conseguiré, pensaba relucida.
Se sentía mustia...y desesperada. ¿Tendría que esperar hasta el próximo año para escuchar de nuevo aquellas hermosas melodías?
Estaba en eso pensando, cuando un suave viento la volteo y se rozó sin querer con la hoja que tenía más cerca, y algo parecido a un “Do” se escuchó alrededor del frondoso árbol.
…De pronto el viento pareció enfadarse y sopló con fuerza, haciendo que todas las hojas se rozaran entre ellas.

…Y aquella hoja verde maravillada descubrió, que no solo el viento traía música hasta sus oídos, que también la amistad y roce de los compañeros… le era imprescindible para escucharla.
…Las campanas de la iglesia del pueblo cercano se pusieron a tocar acompasadas. Y las voces y los vítores de la gente lejana que llegaban hasta ella se oyeron altas y claras, ¡vivan los novios!, decían aplaudiendo y coreando, ¡vivan!
Al fondo… sonaba una bellísima música, tocada por un pianista escogido para la ocasión, era el novio de la chica, de sonrisa grande y pelo corto, la había compuesto especialmente para su enamorada. 
La hoja verde quedó prendada, mientras una sutil, lluvia y mil pétalos de rosas, caían sobre el rostro de la chica anunciando un verano maravilloso. La joven miró al novio y una lágrima rodó por sus mejillas, se había cumplido un sueño, y pronto esperaba, se cumpliría dentro de ella otros sueños que anunciaría…

(Pobre hojita pensaban las amigas al verla llorar).

No sabían que lloraba de felicidad. 


Mari Carmen Hernández Pérez.


                                                                                                                                
CARICIAS


Mi nombre en tu boca,
tus dedos en mi cabello,
tus manos en mi nuca.
                                                             
Caricias.

Tu voz en mis oídos,
tu risa cerquita,
tu mirada en mis ojos.

Caricias.

Tu pensamiento y el mío,
tu esperanza y la mía,
tus deseos y los míos.

Caricias.

Tus labios en mi mejilla,
tu pecho en mi espalda,
tu abrazo en mis hombros.

Caricias.

Caricias como el viento,
como la espuma del mar,
como nubes de algodón.

Tus labios en mi piel, caricias.



María  Arteaga

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sábado, 23 de junio de 2012

Abrazados al tiempo


En la madrugada soñaba contigo
y al despertar estabas abrazado a mi.
Habías encendido velas e incienso
y un tímido rayo de sol nos miraba.
Te apreté tanto que hice daño
a mis manos cansadas,
a mis brazos sin fuerza,
a mi alma al separarme de ti.


María Arteaga


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domingo, 17 de junio de 2012

14 de junio, un atardecer de cuentos



15/06/2012  Fuente: Ayuntamiento de Murcia

El Centro Municipal de El Carmen publica el libro "21 Cortos" con los cuentos escritos por los alumnos del taller de creación literaria

Es una colección de breves narraciones con las que los participantes han puesto fin a su miedo al papel en blanco

El centro municipal del barrio de El Carmen ha publicado un libro con los trabajos de los alumnos del Taller de Creación Literaria de 2008 a 2011. La publicación lleva el título de “21 cortos”, y es el resultado de un intenso y maravilloso trabajo de un total de 21 personas que han roto sus barreras y se han lanzado a la expresión literaria.

El proyecto del Centro ha tenido en cuenta como elemento vertebrador de importantes iniciativas sociales las letras, su contexto, su utilización como herramienta para comprender el mundo y para desarrollar aptitudes en las personas que se han implicado en las diversas convocatorias que se han realizado desde aquel lejano año.

La respuesta del público siempre ha sido exitosa, ya que se ha conseguido poner en contacto a los creadores con los participantes, propiciando la proximidad, el conocimiento y el estímulo para enfrentarse a la hoja en blanco. Por nuestras aulas han pasado autores y profesores de prestigio, como Amando López Valero, Antonio Aguilar, Soren Peñalver, Manuel Moyano, Marisa López Soria o Antonio Lois.
Todos ellos han formado parte íntima del crecimiento personal, de las actividades grupales y de los productos que se han obtenido en los sucesivos talleres. Como resultado de estos trabajos, el Ayuntamiento de Murcia ha propiciado las recopilaciones de relatos y poemas “Nuestras voces (1998)”, “Tenemos la palabra (1999)” y la novela de creación colectiva “Enredos de una pasión (2003)”.


***

D.ª Marisa López Soria ha sido la encargada de presentar esta publicación en el patio del Museo de la Ciudad, acompañada por el Concejal de Cultura, D. Rafael Gómez Carrasco y D. Antonio Lois de los Santos, profesor del Taller del Carmen en los últimos cuatro años.

Mi más sincero agradecimiento a todos. A D. Jesús López Centenero, responsable del Centro Cultural de El Carmen, ausente esa noche; siempre atento, amable y cercano a todos nosotros. A D. Emanuel Menta, por deleitarnos con la belleza de sus manos sobre el piano. Gracias.


















Relatos y autores

1. Any. María T. Pérez Hernández.
2. Alucinación contagiosa. Pedro L. Panalés Sánchez.
3. Atardecer. Alicia Rico.
4. Aventuras de colores. María Arteaga.
5. Awa. Carmen Lozano.
6. Dos gatos y un triciclo. Carmen Hernández Pérez.
7. El magnetismo de su mirada. Amelia Moncada Georgiades.
8. El primer lago de mi continente. María González García.
9. Hiedra. Jesús Bastida Bernal.
10. Imposible describir. Laura Amorós.
11. La escuela. María del Carmen Bernal Álvarez.
12. La extraña. Merche Díaz.
13. La robalenguas. Emanuel Menta.
14. Mi esperanza. Francisco Gómez.
15. Punto de fuga. Nadia Sous.
16. Resurgir de una agonía. María Rubio del Amor.
17. Salvado por el teléfono. Carmen Carrasco García.
18. Terapia para tragedias anónimas. Eva María Serrano López
19. Un amor en una bolsa negra. Rosa Velasco González.
20. Un presente turbulento. Manuel Tamayo Jover.
21. Una sirena y un dragón. Gloria Flores Celdrán.


María Arteaga


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miércoles, 13 de junio de 2012

Besos de fiesta

















Han pasado las horas y termina el día.
Las flores del jardín lloran,
tienen celos de mi, de mi risa,
perciben lo feliz que soy
al sentirte tan dentro, tan cerca.
Eres parte de agua y viento,
aroma de tomillo y romero,
besos y brindis  de  fiesta,
estás pegadíto a mi oreja.


María Arteaga


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jueves, 7 de junio de 2012

Tus cosas, tu café













Cuando amanezco en tus brazos,
percibo el calor de tu cuerpo
o escucho la música de tu voz,
soy el ser más feliz del mundo.
Porque me enriquezco a tu lado
aunque sea preparándote un café.
No me exiges nada, todo te ofrezco,
lo mismo que tú, sólo me das a mí.


María Arteaga


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jueves, 31 de mayo de 2012

Noche de mayo













Silencio...estoy sola entre papeles y letras,
compañeros de tantas horas.
Noche de mayo, templada y quieta.
Llevo clavada en mi corazón tu imagen,
reflejo de la paz que no tiene tu alma.
Y sin embargo, ríes feliz con mis palabras,
alboroto de todo lo que quiero que sepas.
Te pregunto qué haces, cómo vistes, si has comido,
tú me cuentas contento, sabes que me importas.

María Arteaga


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jueves, 24 de mayo de 2012

ORPHEUS MUSIC Y CRISOL


El martes, a la hora que las campanas de la Catedral de Murcia tocaban las veinte horas, empezaban a sonar voces  y los  instrumentos musicales cobraban vida en la Iglesia de San Juan de Dios.
Dentro de Murcia Tres Culturas y el XIII Festival de Música por la Tolerancia,  la Coral ORPHEUS MUSIC, nos deleitó con un concierto de los que hacen historia: "Crisol. Músicas para una tierra de todos".
Acompañados por tres músicos geniales. Al piano, Carlos Vivancos, al violín, Rezart Kepatani, a la percusión Enrique  González. Director,  Francisco Javier  Caballero Gimeno.

CRISOL


Hablar de Crisol, significa referirse a Murcia como una peculiar realidad étnica, social y cultural fruto de la fusión de numerosas civilizaciones y razas, comenzando por los pueblos prerromanos, fenicios y cartagineses, judíos, romanos, bizantinos, visigodos, árabes y bereberes, y por último aragoneses y castellanos.

Yo no sabría escoger sin errar una de las piezas del repertorio que nos ofrecieron: cristiano, árabe y hebreo.

Quizá, por mis raíces andaluzas y mi amor a la poesía, fue "NOCTURNOS DE LA VENTANA", de mi idolatrado  Federíco García Lorca, mi favorita. Cantado rayando la perfección por la coral, acompañados magistralmente por los músicos y dirigidos por Francisco Javier Caballero Gimeno.

NOCTURNOS DE LA VENTANA

1
Alta va la luna. Bajo corre el viento.
(Mis largas miradas, exploran el viento)
Luna sobre el agua, Luna bajo el viento.
(Mis cortas miradas, exploran el suelo)
Las voces de dos niñas venían. Sin el esfuerzo,
de la luna del agua me fui a la del cielo.

2
Un brazo de la noche entra por mi ventana.
Un gran brazo moreno con pulseras de agua.
Sobre un cristal azul jugaba al río mi alma.
Los instantes heridos por el reloj...pasaban.

3
Asomo la cabeza por mi ventana, y veo
cómo quiere cortarla la cuchilla del viento.
En esta guillotina invisible, yo he puesto
las cabezas sin ojos de todos mis deseos.
Y un olor de limón llenó el instante inmenso,
mientras se convertía en flor de gasa el viento.

4
Al estanque se le ha muerto hoy una niña de agua.
Está fuera del estanque, sobre el suelo amortajada.
De la cabeza a sus muslos un pez la cruza, llamándola.
El viento le dice "niña", más no puede despertarla.
El estanque tiene suelta su cabellera de algas
y el aire sus grises tetas estremecidas de ranas.
Dios te salve. Rezaremos a Nuestra Señora de Agua
por la niña del estanque muerta bajo las manzanas.
Yo luego pondré a su lado dos pequeñas calabazas
para que se tenga a flote, ¡ay! sobre la mar salada.

F. García Lorca


Gracias Manolo, Lola, a  todos los que hicieron posible que mi alma llorara de emoción y alegría.



María Arteaga


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viernes, 18 de mayo de 2012

Un salto en el tiempo


Si yo fuese en realidad un hada mágica, volvería atrás en el tiempo y empezaría de nuevo a escribir mi historia.



María


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miércoles, 16 de mayo de 2012

Amanecer con música












Entre música escucho tu voz
más dulce que el sonido del violín,
deseada como ver amanecer un nuevo día.



María Arteaga


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jueves, 10 de mayo de 2012

Brisa nocturna













La puerta se cierra detrás de mí,
sigues ahí, esperando que te dejen cruzar,
yo, camino despacio alejándome.

Cae la noche con sabor a despedida,
una suave brisa acaricia mi rostro,
ahora, con un rictus de tristeza.

El silencio de mi sombra es cruel,
otra vez vuelvo sobre mis pasos solitarios
al refugio de aquellas cuatro paredes.
.


María Arteaga


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lunes, 7 de mayo de 2012

Olor a recuerdos













Pequeña, de pétalos blancos ovalados,
corazón de sol al ocaso.
Perfume de calles y huertos olvidados,
limones, naranjas, limas y cidros milenarios
calmantes de vida, sedantes de sueños,
ramos de novia, azahar murciano.
Miel dulce, música de huerta y campos,
trabajo de abejas, descanso de zánganos .


María Arteaga


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sábado, 5 de mayo de 2012

Mi único vicio




Puedo dejar de beber y morir de sed.
Rechazar alimentos, vivir en la calle,
dejar pasar el tiempo, no dormir...
Seguramente puedo caminar descalza,
dejar de escribir y leer,
pasar frío, asfixiarme de calor...
Pero no puedo estar un segundo sin algo tuyo,
sin escuchar tu risa o tus palabras,
besar tus labios con sabor a nosotros,
recordar cada instante compartido,
porqué ahora, mi único vicio eres tú.


María Arteaga


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martes, 1 de mayo de 2012

Un día como hoy










Una invitación en un día festivo
que como casi todos,
no era  fiesta para mí.
El dedal, la aguja, tela e hilos
eran mis compañeros,
después, la sorpresa fue mi aliada.
Tus letras anularon la apatía
de la rutina, todo cambió:
el mar, tu piel morena, tu risa...
Ha pasado el tiempo,
ya no tengo a mis compañeros
que yacen a la espera
del tacto de mis manos.
Ahora eres tú,
dueño de mis pensamientos
el que calma mi soledad.


María Arteaga


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