jueves, 29 de julio de 2010

Colores al tacto




En la oscuridad sería tu luz
y una sombra en verano.
Un sorbo de agua fresca
para tus labios agrietados.
La risa a carcajadas
en tu día sombrío.
Un poco de fruta a trocitos
en tu ayuno involuntario.
Un jergón de hojas verdes
para tu cuerpo cansado.
Una poza de agua limpia
para tus pies descalzos.
Unas pocas de mis lágrimas
para tus ojos de llanto.
La mano tendida y sincera
para alcanzar tu destino.
Aceite de almendras dulces
para la piel que adoro.
Tengo regalos para ti
de miel y hierbabuena,
de colores al tacto.


María Arteaga


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sábado, 24 de julio de 2010

A nadie más...





No puedo decir en voz alta
lo que siento al imaginarte cerca.
A nadie importa si por ti
mi alma baila un precioso vals de fiesta.
A nadie importa...
el brillo de tus ojos al encontrarme,
solo a ti y a mi.
A nadie más importa.



María Arteaga


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sábado, 17 de julio de 2010

Invisible como el aire



Como un regalo que no puedo tocar,
ni siquiera ver.
Hoy solo nos separan unos minutos,
unos metros, y sin embargo,
estás muy distante, muy lejos.
Has pasado de largo, sin parar.
No has mirado donde te esperaba
y te marcharás sin despedirte.
Eres invisible como el aire
y como el viento vuelas
lejos de mi mirada.
¡Es tan difícil mi respirar!
Aire, viento en calma...
como esta mañana de sábado,
de julio y verano.
Todo me ahoga sin ti,
tan cerca y tan lejos.
No tengo un soplo de brisa
que me acompañe al caminar.
Lo mismo es que no te vi pasar
distraida con mis pensamientos.

María Arteaga

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jueves, 15 de julio de 2010

Arena, mar y cielo azul




Mis pies caminan despacito sobre piedras y arena,
el agua fría me acaricia
como tus manos entrelazadas con las mías.


Sentada de espaldas al mar, te espero,
siento tu mirada a lo lejos
y mi alma grita de alegría, serena.


Juntos miramos a las olas bailar contentas,
su música acompaña nuestra paz
sin apenas escuchar nada, solo nuestra felicidad.


María Arteaga


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martes, 6 de julio de 2010

Un puzle mágico



PALABRAS ROBADAS A LOS SUEÑOS

Empieza un largo día de verano, que espero y deseo que sea tranquilo para todos.
Te vienes? El asiento de al lado está vacío...el tiempo solo se para cuando estamos juntos, solo es un pasito de distancia y todo es diferente contigo. Sé de tus temores y angustias, pero también sé del oxigeno que aporta todo esto a tus pulmones, antes secos. Echo de menos cada una de tus esencias, tus miradas, todo, y estarás en mi cabeza hasta que te vea de nuevo. Bajo la jacarandá solo faltó que se parara el tiempo y no hace falta que dijeras nada, me basta con tu presencia en este verano especial y único. Pienso en ti como un preso en su libertad. Tendremos que decirle al viento que preste más atención para entregar los mensajes que con el te envío, a veces se distrae por el camino hasta llegar a tu lado con un libro en las manos y los ojos cerrados. La música y tú son una buena mezcla ...silencio, que él descansa mientras recuerda el beso que ella le regaló como despedida. ¿Duermes? No puedo vigilar tu sueño, ni acariciar tus manos mientras miro tus ojos adormilados rendidos por el cansancio, no puedo sentir tu calor, no puedo...
Que el tiempo vuele hasta nuestro encuentro y en ese instante se pare para la eternidad, aunque distancia solo es una palabra cuando las almas viven juntas. Sé que ahora estarás pensando en nosotros, me lo ha contado el alba cuando he despertado, pero no te agobies, que solo quiero dar vida a tu vida; pregunta al sol donde guarda los besos que le he dado para ti. Tengo los ojos cerrados, pero no creo que pueda mantenerlos todo el día, no tengo un bastón blanco. Gran día lleno de sensaciones y emociones que me traerá a mi niña. Días de sol y magia. Mi lista de recuerdos es infinita. Cada vez que vea mi nombre, la ciudad de mi infancia de niño inquieto...Ahora, cada vez que entre o salga, él esperara a que aparezcas a los 5 minutos ¿que le voy a decir cuando no te vea venir?. Pues dile que me llevas en un bolsillo, el que está pegadito a tu corazón, dile que mire mejor, que soy aire, música, tu guía...Dile quien soy yo. Se lo diré, pero seguro que no lo entiende. Llueve, la lluvia trae a mi mente recuerdos cercanos, eso será mi fuerza hasta que tus ojos se encuentren con los mios.

María Arteaga


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sábado, 3 de julio de 2010

El tiempo se paró




Sin viento, sin sol, sin luna.
Sin estrellas...
La oscuridad se apoderó de ella
apagando el brillo de su mirada.
Caminaba entre la gente sola,
pensando en su risa, en sus ojos,
en la ternura de su voz.
El tiempo se paró.
Ya la soledad no era su compañera,
recordó que aún en la distancia
él la llevaba pegadita a su alma.
Que sujetaba sus manos con fuerza
impidiendo que tropezara,
que allanaba los senderos de penas
y que la esperaría hasta que la luna,
el sol, el viento y las estrellas
volvieran a llamar a su ventana.
Ella despertaría de sus miedos
sin dormir apenas,
por si acaso él volvía
y no le veía llegar por la vereda.


María Arteaga

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