domingo, 30 de octubre de 2011

31 de octubre


Un violín llora en la calle solitaria
mientras camino triste y nostálgica.
Siento como se alejan sus lágrimas
a la vez que las mías mojan mi cara.
Música de domingo en la tarde gris
... oscurece...
Mañana hace dos años, padre,
¡sigo echándote de menos!
Cuando entro en nuestra casa
veo tu sillón quieto y vacío,
un nudo en la garganta ahoga mi alma.


María Arteaga


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jueves, 27 de octubre de 2011

Ojos de invierno














De aquellos ojos de invierno
guardo los mejores recuerdos 
en esta noche de otoño.

Ayer, paseando entre las hojas 
vi de nuevo tu inquieta mirada
reflejada en mis pupilas.

Como el agua del río, transparente,
eres, refresco en la tarde cansada
que busca mi lecho para ser mi sueño.

Camino a tu sombra sin ti,
de tu mano sin estar conmigo
y sin tenerte estas tan dentro...


María Arteaga

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domingo, 23 de octubre de 2011

Calor para mi frío













Suavemente, en penumbra, despacito...
Deslizo mi cuerpo como una pluma
sin que nada me pidas, nada.
No necesito palabras para entender
que es lo que deseas, porque yo
quiero que tus manos sean osadas,
tu boca un torrente de dulzura
y tu cuerpo calor para mi frío.


María Arteaga

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jueves, 20 de octubre de 2011

Duerme, yo te miro










No hay mejor recompensa para mí
que estar a tu lado y verte dormido.
Puedes descansar lo que desees,
que vigilo de cerca tu sueño.
Canta en la ducha, anda descalzo,
mira por la ventana, coge mi mano,
duerme en el sofá, sueña conmigo,
salta en los charcos bajo la lluvia,
come palomitas de maíz, bombones
y después, besa mis labios.
Si haces algo de eso, sentiremos
que estamos en un trocito de cielo.



María Arteaga

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domingo, 16 de octubre de 2011

Despertar con su voz











¿Qué tendrá su voz que le tranquiliza...?
Dormía, soñaba... pero no era un sueño,
algo alertó su descanso que despertó
poniendo paz y alegría en su corazón,
primero escuchó música, luego su voz.
Desde ese momento pudo seguir soñando
en una noche que no esperaba nada,
solo desear que amaneciera.
Risas bajo las estrellas desde la ventana
y la luna que empezaba a coquetear
perdiendo su redondez poco a poco.
De nuevo cerró los ojos y entre sueños,
imaginó una historia con un final feliz.
Playa de arena blanca, piel desnuda,
solos, velas con aroma de canela
y dos almas emocionadas...¡amor!


María Arteaga

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jueves, 13 de octubre de 2011

No lo olvides


No olvides que sobre todo, soy yo...
Un descanso en el camino angosto,
una copa de licor al final de la cena
y la mano que acaricias en silencio.
Tu sillón de lectura, tus gafas, tu libro,
el café dulce de media noche
y la voz que te invita al reposo.
El desayuno con pan calentito,
la pluma de tu trabajo diario
...soy la que espera feliz tu regreso.
No olvides que lo escribiré mil veces
para que nunca dudes que es cierto.


María Arteaga


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domingo, 9 de octubre de 2011

SEVILLANAS DEL SIGLO XVIII















        1

¡VIVA Sevilla!
Llevan las sevillanas
en la mantilla
un letrero que dice:
¡Viva Sevilla!

¡Viva Triana!
¡Vivan los trianeros,
los de Triana!
¡Vivan los sevillanos
y sevillanas!
     
      2

Lo traigo andado.
La Macarena y todo
lo traigo andado.

Lo traigo andado;
cara como la tuya
no la he encontrado.
La Macarena y todo
lo traigo andado.

         3

    Ay río de Sevilla
qué bien pareces
lleno de velas blancas
y ramas verdes.


Federico García Lorca

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jueves, 6 de octubre de 2011

Silencio en el ocaso














Cierro mis ojos, mis oídos, mis sentidos.

Quiero desaparecer y descansar
de la soledad de esta tarde desierta
en un lugar que no habita mi alma.

Deseo dejar de pensar por un tiempo
y volar al encuentro de algún corazón
que necesite  latir cerca del mio.

Anhelo una vida fértil y sosegada,
con unas manos que acaricien las mías
donde pueda agarrarme feliz y segura.



María Arteaga

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martes, 4 de octubre de 2011

Un sueño divino


Enjabonó su cabello, su rostro.
Sus manos se convirtieron en esponjas
para lavar su cuerpo y alma
dejando poco a poco su vida transparente.
Y soñaron viajando a otro mundo
donde no había prisa, agobio, temor,
nada que hiciera sufrir a los sentidos.
Con una toalla blanca secó cada trocito de piel
con todo el amor que cabía dentro de ella,
y él cerró los ojos dejándose hacer.
Mientras, ella le miraba a hurtadillas
para no olvidar jamás aquella tarde
de agua templada y cuerpos calientes.
Y fue la más feliz de las mujeres
acariciándolo como un sueño divino.



María Arteaga


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sábado, 1 de octubre de 2011

Hoy hablaré de él


Con Juan Bautista en la exposición de la Galería de Arte "La Ribera"

Un día se me ocurrió enviar un correo a un hombre genial y mi sorpresa fue muy grata cuando recibí contestación de parte suya. La Navidad se aproximaba y no recuerdo que leí en la prensa que llamara mi atención para llevar a termino mi atrevimiento.

Se trata de Juan Bautista Sanz García. Pintor, cineasta, escritor, colaborador de radio y televisión, pero sobre todo buena persona y amigo.
Ayer escribió en el periódico de La Opinión de Murcia una columna que tituló "CUANDO EL MONTE SE QUEMA".

Escribe: "Cuando se quema un monte parece que le duele la carne y los sueños al paisaje. Tras el asalto de las llamas que danzan y se enroscan como velos calientes, queda una superficie enlutada y negra como el remordimiento", y sigue..."Allá han perecido carbonizados e inertes las ilusiones recién nacidas, las praderas que no verdearán nunca entre los troncos, los hongos de colores relucientes que no alzarán jamás sus sombrerillos de relato infantil sobre el musgo llovido. Esperanza y amores chisporrotean juntos cuando el monte se quema".

Así escribe Juan, hilvanando palabras que parecen poemas de la vida diaria, de cosas tan reales como los incendios, sean intencionados o fortuitos. Fortuna la mía de haberle conocido. Gracias, artista, amigo.


María Arteaga


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