miércoles, 29 de enero de 2014

Siempre te encuentro
















No creas que lo que hace brillar el día es el sol.
Son tus ojos de color café intenso,
es tu risa en el silencio del amanecer,
es tu beso de hasta luego.
No creas que te has marchado,
porque yo te siento a mi lado
y cuando miro alrededor, siempre te encuentro.


María Arteaga


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viernes, 24 de enero de 2014

Alicia Rico, mi amiga





















Creo recordar que conocí a Alicia en el año 2009, las dos asistíamos a un taller de Escritura Creativa en el Centro Cultural El Carmen, (Murcia). 
Éramos un grupo muy especial y variopinto,  bajo la batuta de nuestro profesor: Antonio Lois.
 Además de compañeros de clase, terminamos siendo amigos y compartiendo muchas cosas.
Allí conoció Alicia al que hoy es su marido: Emanuel Menta, doy fe de ello, porque tuve el honor de asistir a su boda junto a otros amigos, el 23 de junio del 2012 en su ciudad natal, (Yecla).
Ya había superado un cáncer, ya había llorado mucho, ya conocía la desdicha. Creo que ahora le toca ser feliz.



Durante su enfermedad y recuperación, escribió un libro sobre sus vivencias del día a día de lo que le estaba pasando, saliendo de su corazón y pluma, "NADIE DIJO QUE FUERA FÁCIL".


El pasado año publicó su segundo libro, "SIEMPRE QUE LLOVIÓ, PARÓ". El Museo Ramón Gaya fue testigo de su puesta de largo, ahora lo lleva de la mano a pasear como a un niño, para recordarnos que la ansiedad y angustia, se supera con ganas y fuerza.
Alicia, es una mujer valiente, fuerte y bella, que ha sabido derrotar a los dragones y salir victoriosa de la mano de Emanuel, aquel chico argentino que sentado frente a mí,  se enamoró de ella. Felicidades.



María Arteaga

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sábado, 18 de enero de 2014

Puzle de palabras







Estás lejos, pero no. Los pensamientos nos unen y los recuerdos te traen a mis brazos, una y otra vez...
No hay mayor alegría que ver pasar los años. No hay mayor regalo que hacerlo juntos. No hay felicidad plena si no la acompaña el amor. ¡Que este sea un día grande, princesa!
El ahora es el consuelo que vendrá, exterminando a pájaros negros que nublan el cielo de esperanza. Y mientras, nosotros, reyes de la paciencia, disfrutamos como jóvenes alocados , pero maestros en felicidad. ¡Deja eso!, -si no lo estoy usando, tengo los ojos clavados en la carretera.-vale. -deja el teléfono ahora mismo. ¡Jolines, que susto!, he mirado para atrás creyendo que me estabas vigilando desde el asiento.
Me encantas. Te echo de menos a cada momento, te ansío hasta la locura...Más de lo que tú imaginas.
Tímido sol calienta calles mojadas en esta ciudad que siempre sonríe. Camino tranquilo recordando nuestros momentos infinito, que hicieron de mí, un adicto de ti.
¡Madre mía, qué cosas hay en las tiendas de la ciudad que me vio nacer. Efectivamente, es lo que piensas. Desde que descubrí a tu primer beso, se borraron todos los momentos vividos sin ti.
A ver si esta noche me ha tocado el cupón de la Once y lo mando todo a la porra. -¡Y yo contigo!, pues claro...No tengo con quien desayunar, y el vaso de leche se marea en el microondas.
Oyeeeee, escuchaaaaaaa, te quieroooooo. No lo olvides.
Anoche no pasé de la primera hoja del libro, me quedé dormida en el sofá pensando en ti. Así que ya sabes, no te creas todo lo que parece que es..¡.Te he visto!¿por un agujerito...?
Un bonito día por el mero hecho de haberme acostado con tu voz y levantado con tu mensaje. Gracias.
Bueno, pues nada, me voy...¡Pero bueno, ¿será posible? El alcohol hace perder la verguenza y desinfecta.
Foto chula la tuya de tu perfil. Tomo nota, el próximo día te miraré muy cerquita a los ojos.
Contenta y feliz. Hoy ha sido un día maravilloso. ¡Eso!


María


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sábado, 11 de enero de 2014

El aroma de la noche


Regreso como cada tarde
y el ocaso me regala su aroma,
miro al infinito donde las estrellas
se ocultan detrás de las farolas.

Mi caminar se hace lento y rebelde
sin ganas de llegar a la casa vacía,
vacía de ilusiones y risas, de vida
y calor humano, de cena compartida.

Vuelvo sobre mis pasos
disfrutando del cielo y su negrura,
del galán de noche y el jazmín
compitiendo en hermosura.


María Arteaga


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