miércoles, 26 de octubre de 2016

Un día de otoño


Ayer no fue solo ayer, 
fue algo más que un día de otoño
donde el paisaje se viste de amarillos,
hojas marchitas que alfombran caminos,
senderos de ilusiones cumplidas
y campos de esperanza.
Ayer fue mucho más que ayer,
en la distancia, me llamaste y estuve,
grité en silencio y apareciste en mi alma
que no me pertenece, pues tuya es.
Ayer, nos abrazamos aun más,
con un lazo sin nudos, suave y dulce,
fuerte como nuestro amor.


María Arteaga

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