Anoche prendí sola fuego a la hoguera
con pétalos de rosas, jazmines e incienso
en un cuenco de cerámica pintada.
Entremezclado puse una nota escrita a lápiz
el mismo día del verano pasado.
Mis peticiones se han esfumado como el viento
dejando en mi boca sabor a menta amarga.
Un nuevo papel blanco se llenó de esperanza
para quemar el año próximo en una noche mágica.
Mis súplicas serán diferentes a las de otro tiempo,
pensaré cómo hacer para que sufra menos mi alma,
estoy cansada de pedir a San Juan por todos
dejando para mí apenas rescoldo de cenizas.
Necesito aroma de flores frescas, canela y sándalo,
para mis días futuros,
y en las noches frías, calor, amor y consuelo.
María Arteaga
***