ella que mira en silencio,
solo se atreve a guiñar un ojo en penumbra.
Discreta y educada, cubre con un velo
de nubes su rostro cuando me besas,
y enciende faroles si nos perdemos
en noches de luna llena.
Apaga su luz si ve tus manos
recorrer mi piel ante su mirada de niña.
María Arteaga
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