Me gustan las rosas y los jazmines
en las veredas de la huerta,
en jardines y rincones del pueblo,
me encanta el olor de los huertos.
Aromas, recuerdos y colores
para esta noche de sábado.
Cuando hace un rato hablaba contigo,
quise ser novia vestida de blanco
de tu brazo y azahar en mi mano.
¡Ay, niño!,
llegaste un poco tarde, pero has venido.
No importa la hora si podemos vernos,
tú y yo sabemos mucho de eso...
siempre hay brillo en tu mirada
y un beso mío para tus labios.
María Arteaga