lunes, 29 de noviembre de 2010

Solo un pétalo




Solo soy un pétalo en la mesita del café.

Un suspiro en el lugar del encuentro,
un beso en el abrazo de aquella noche
donde nada importaba, solo estar.

Solo soy una gota de lluvia en su mejilla,
una flor del parque de la primera vez,
un sorbo de vino de su copa, solo eso soy.

Soy una nota de música en la calle solitaria,
un sorbito del té de media tarde,
una luz en la noche oscura sin luna, solo eso.

Solo soy la que espera y sonríe al verle,
la que no hace reproches ni se enfada,
soy la que siempre está cuando llega.

Soy la que camina a su lado y habla si tregua,
la que escucha y asiente en silencio,
soy la que da un beso de bienvenida y buenas noches.

Eso siento en esta tarde de lluvia otoñal,
donde el llanto moja más que el agua
a pesar de saltar en todos los charcos.


María Arteaga

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domingo, 28 de noviembre de 2010

Puzle de sueños


Frases hilvanadas sin costuras y con hilo transparente

Lo sabía, ahora el silencio es el castigo más mortal que conozco para mi corazón, pero no me sorprendo, te conozco demasiado. Tampoco me acostumbro a tu ausencia. Ya he llegado al final de mi destino, donde se terminan los sueños y empieza la realidad, pero no sufras que nos veremos dentro de poco, aunque me siento culpable de tu soledad y no dejo de pensar en ti. Buenos días pequeña princesa, imagino que ya estás en nuestro palacio, cuidado hasta mi llegada, ese lugar será testigo mudo de nuestras palabras en silencio. Mi alma va contigo, sabiendo que lo que ves, solo son sombras que te alejan de la lejanía que nos separa.
Ahora tranquila, piensa que es una alfombra mágica que te traerá hasta mi reino, deja volar tu imaginación y sueña...un último beso desde este lugar. Montañas impresionantes, maravillosos atardeceres, misteriosos lugares, pero nada se puede comparar contigo. El sol se acaba de ocultar, te regalo los últimos minutos de mi pensamiento. Día radiante a un millón de tiempo o distancia de ti, pero imagina que estoy en tus brazos. La lluvia se ha escondido, pero las nubes no dejan que brillen las estrellas de esta noche infinita, la noche cae despacito... Tarde gris con viento, me llega tu voz y tranquilo pienso en ti, aunque mi cabeza siempre está entretenida contigo. Joooooooooo, no me digas cosas que luego no puedes cumplir... La mañana fría me recuerda que no estoy contigo, pero mi corazón no ha salido de tu lado. Te busco y no te encuentro en esta mañana de domingo nublado, no he sabido calcular y no he ganado. He dado la vuelta, no quiero conducir diluviando, estoy tan lejos que si dejas mi trocito al descubierto notarás mis labios en tu piel. Te esperaré para que me supliques que te bese de nuevo, pero te advierto que no soy invisible. La ciudad tiene sus calles mojadas, ha llorado de alegría por nosotros al descubrir que nos adoramos, como el rocío a la mañana, el sol al día y mi boca a tu piel.
Sujeta mi mano, tengo miedo de mi reacción de ver tus ojos mirándose en los míos, las mariposas revolotean celosas de nosotros. Descansa sobre mi hombro, cuando despiertes estarás dichoso y feliz y yo, descansaré en paz sabiéndole cerca. Me gustaría calentar tu alma. Plaza Fuensanta, gente, recuerdos de otro otoño, música en la noche de otra noche a tu lado.
Besos de los que tú necesites, como siempre.



María Arteaga


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jueves, 25 de noviembre de 2010

Tus manos



Como un rito acaricié tus manos,
trocito a trocito de piel.
Dedos que se dejaban mimar,
ellos que miman sin tregua.
Como mariposas se posaban en mi,
descubriendo mi voz dormida,
mi necesidad de ti
en esa noche infinita.
Guardo tu esencia
como el perfume más preciado,
yo, que con los ojos cerrados
te encontraría sin dudar,
porque te adivinaría
como el alba al sol,
en un día de verano sin lluvia.


María Arteaga


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domingo, 21 de noviembre de 2010

Gracias



Tessa, gracias por el regalo y tu abrazo,
recibe uno lo mismo de fuerte.

Besicos de cumpleaños.


María

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Días, noches y sueños




El Sol se apaga despacito
en un ocaso perfecto.
Dunas de arena blanca,
árboles de ramas sorprendidas
al ver sus ojos cerrados.
El día prepara su despedida
llorando gotas de cielo.
Le tengo pegado a mi
en un silencio dormido,
juntos, mi cabeza en su hombro
su corazón latiendo en mi pecho.
Días de dicha infinita,
noches de abrazos perpetuos.
Besos, caricias y sueños.


María Arteaga


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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Como el rocío




Aguarda al rocío temprano de la mañana.

Fresco, limpio y transparente.

Con la escarcha de la noche, sueña...



María Arteaga


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lunes, 15 de noviembre de 2010

Nubes de caricias



Descansa sobre nubes mágicas,
sábanas de caricias
y sueños de esperanza.
Duerme feliz,
sueña que ya es mañana.
Pasearemos por la playa
esa que ya es nuestra,
de olas como besos,
dulces y cantaoras.
Sentados en la arena blanca
tomarás mis manos cansadas,
soltaré una, taparé tus ojos
para que no veas mis lágrimas,
aunque tú sabes que hoy,
son de alegría.
Recitaré una nana de Lorca,
flojito, con ritmo y pausas.
Después besaré tus labios,
al alba, al alba, al alba...


María Arteaga


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domingo, 14 de noviembre de 2010

Muchas gracias


Gracias Printova, es maravilloso.

María Arteaga




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Mi luz tenue



Si miras al infinito del cielo,
verás mi luz.
Al final del camino te espero.


María Arteaga


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sábado, 13 de noviembre de 2010

Sueño contigo



Sueño contigo en silencio,
abrazada a mi almohada
impregnada de recuerdos.
Aún guardo en mi piel
el aroma de la tuya.
Tengo tanto de ti
que estás conmigo,
entre la ropa de la cama,
en mis manos y mis labios.
Tu imagen es mi luz,
tu voz el timbre de mi despertar,
tu risa música para bailar.
Tengo tanto de ti, que somos uno.
Ahora, mientras escribo, observas,
yo bajo la mirada y sonrío feliz,
porque sé que me quieres.
Cuanto me conoces...¡cuanto!


María Arteaga


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jueves, 11 de noviembre de 2010

Mis lágrimas




Una lágrima sale sin permiso, libre, audaz.

No, no, no, agua salada,

yo decidiré cuando puedes mi mejilla mojar.



María Arteaga


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lunes, 8 de noviembre de 2010

Tarde de domingo



¡Hola!, hoy os contaré algo sobre Mari Carmen, mi compañera de trabajo.


Mari Carmen, ante todo es mi amiga, buena persona, agradable, educada, simpática, guapa y como dijo un amigo al que le presenté un día, buena madre y esposa. Como veréis es genial.

Ayer domingo, ella andaba metida en labores caseras, para más señas, planchaba. Y entre camisas, pantalones y manteles de ganchillo, se enredó con las patas de la tabla de planchar, se cayó la plancha, y no se le ocurrió otra cosa que intentar cazarla al vuelo. Resultado: tres dedos de su hacendosa mano izquierda con quemaduras de varios grados, ufffffffff, ¡que dolor!

Pues con sus dedicos vendados está trabajando. Si señor, con lo cual, además de todo lo anterior, también es buena trabajadora, responsable y pienso que un poco inconsciente.

Deseo que mejore, se curen sus heridas y no le duela ni le queden marcas, yo la quiero mucho.
Es tan buena compañera, que sin ella me siento perdida. Cada día intenta levantar mi ánimo, últimamente un poco chafado, gracias preciosa.
Cuidate mucho, te necesito a mi lado.


María

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domingo, 7 de noviembre de 2010

¿Recuerdas?...


Tu rosa roja pasión

Aislada del mundo,
de fracasos, miedos o engaños,
pero no sin ti.
¡Que corto parece el camino!
Camino, cruzo la calle,
cambio de rumbo, de sentido,
y pierdo el sentido por ti.
¡Cuanto te echo de menos!
Siento que estás a mi lado,
muy cerquita, en el parque,
mientras tus brazos
envuelven mis ganas de ti.
Gracias por tus palabras,
tu tiempo, ánimo y tu risa,
la rosa y el aroma de jazmín.
Guardo todo en el mismo sitio,
ese rincón que solo es tuyo,
yo te lo di el día que tú viniste.
¿Recuerdas aquella tarde?...
Desde entonces y hasta ahora,
formas parte de mi.


María Arteaga


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jueves, 4 de noviembre de 2010

En la noche




Luna, que alumbras sus pasos
y caminas a su lado,
tengo celos de ti, de la lluvia,
el aire, el cielo y las estrellas,
tengo celos de sus pensamientos,
aunque esté pensando en mi.
Luna, que eres compañera de mis sueños,
no cuentes a nadie lo que siento,
es algo que ni yo misma comprendo,
es lo que me hace vivir.
Luna, descansa a su lado, en silencio,
no hagas ni una mijita de ruido,
deja que sueñe, vela su sueño por mi.
Luna, dile que no tenga celos de la noche,
que es cuando más cerquita le siento...
Luna, tengo un secreto que contarte,
soy adicta al tacto de su cuerpo
y al sabor de sus besos.
Luna...


María Arteaga


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martes, 2 de noviembre de 2010

Zorongo



Las manos de mi cariño
te están bordando una capa
con agremán de alhelíes
y con esclavina de agua.
Cuando fuiste novio mío,
por la primavera blanca,
los cascos de tu caballo
cuatro sollozos de plata.
La luna es un pozo chico,
las flores no valen nada,
lo que valen son brazos
cuando de noche me abrazan,
lo que valen son tus brazos
cuando de noche me abrazan.



Federico García Lorca


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