sábado, 11 de junio de 2016

Al caer la tarde























No tardes, que te espero...
Cuando el sol esconda los rayos de cobre
y la luna refleje su figura en lo alto,
ahí estaré yo mirando por la ventana
ansiosa de ti.
No tardes, que te espero...
Al comienzo del ocaso,
cuando la huerta huela a limón y claveles,
y el campo a olivos de secano,
un grillo vigilante alertará a las luciérnagas
para alumbrar tus pasos.
No tardes, ya sabes que siempre te espero.


María Arteaga


***

6 comentarios:

El Sol dijo...


Percibo un agradable aroma de amor y paz.
Muy bonito, mi niña.

Feliz día y un beso.

Anónimo dijo...



Maravilloso y soñador.

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

Cuando la tarde huela A LIMÓN Y A CLAVELES¡nO TARDES QUE TE ESPERO
bESOS
aNDRÉ

Anónimo dijo...


Preciosa manera de escribir. Pasaré de vez en cuando.
Un beso

María dijo...

GRACIAAAAS

uno más dijo...


Intento escribir algo bonito y no encuentro nada