Puzle de primavera

Frases sueltas o hilvanadas puestas sin mucho orden al azar, me gusta jugar a los puzzles de palabras,¡es chulo!

Vamos de paseo y tomaremos café mirando las violetas silvestres. ¿Pueden ser las dos cosas? siempre lo son y tú lo sabes de sobra, mejor que contarte lo que es, lo veras por ti misma. A ver si soy capaz de mantener mi idea hasta mañana, lo necesito como el preso su libertad. Él venció a la dragona que le separaba de ella, derrotó al brujo que la tenía secuestrada y la rescató de su cárcel sin barrotes. El fin de semana a veces se hace eterno, el Sol brilla cuando comienza la semana, por ayer, anteayer, el otro día, y el otro, y el otro..., Dile al viento que esté más atento a los mensajes que le entrego para que te los haga llegar. Siempre estás en mi pensamiento frente a ese reloj de cuco sin pajarillo. El libro en mis manos y los ojos cerrados me hacen soñar en terneros pardos en medio de la sierra; la música de jazz me lleva volando hasta ti. Tus palabras son maná, por eso necesito oír tu voz como sea para que mis días no sean planos, soy poca cosa sin ti. Silencio en la noche, mensaje de amor violeta que espera paciente la mañana mensajera, la que florecerá alegre, la que unirá a las almas sedientas de un nuevo día de miel y esperanza a tu lado. Como supones, llegaré en perfecto estado de revista hasta ti en un pis-pas.

Dame un minuto libre y pensaré en ella, con una hora ocupará mis sueños, un día será el paraíso.

Exacto, trabajo y recuerdos. Lo has adivinado porque me conoces como si fueras mi sombra desde siempre. Se me olvidó decirte que me costó mucho trabajo conseguir este color, porque quería que al verlo me recordara a ti, y tú me dices que no te gusta...:-( En Samarkanda y su jardín paradisiaco, todo huele a ti. Son cosas tan valiosas para mi, como el más grande de los tesoros. Es la primera vez que me pasa en mi vida, se ha marchado sin mi, pero la imaginación te ha traído a mi lado al amanecer. De ahí sacamos el aire que necesitamos para superar la ausencia, por eso no debes sentirte sola del alma. La deuda solo podré pagártela, cuando yo disponga de todo mi tiempo, cada minuto tiene el valor del oro. Lo mio es más urgente, te echo de menos. El próximo día recuerdame dos cosas: que te explique lo de las lentejas y te mate por regalarme tan rico chocolate, pero de broma, me encanta que me mimes, lo necesito desde hace muchos años. Gracias, necesito tenerte para vivir en paz, mi vida estaría vacía sin ti.

No me gusta el tabaco; y además, tengo celos de tus cigarrillos, te acompañan, tocan tus manos y tu boca. Acarician tu piel y tu pelo... Quiero ser humo.

Déjame que siga soñando una eternidad con este dulce encuentro con la felicidad. Déjame...

María Arteaga

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