Cada noche vuelo a tu ventana
vigilante de tu descanso
por si asomas por ella tu mirada.
Mi alma vive junto a la tuya
y acurrucadita a tu vera
vigila tus miedos, tus deseos.
Mi corazón da un vuelco
cuando dormido pronuncias mi nombre.
Despacito te vuelves hasta encontrarme
y te ayudo en tu búsqueda
porque yo busco lo mismo:
un abrazo sin fin, eterno,
que nos mantenga unidos.
A la aurora levantaré el vuelo
y cansada llegaré a tu lado al ocaso
para que me abraces de nuevo.
Pero solo encontrarás una nota
con el más bello de los poemas.
Regresaré cada día en sueños.
María Arteaga
***
8 comentarios:
Bello y encantador poema, Maria.
Gracias por compartir tu pluma.
Saludos cordiales
_Charo Bustos Cruz_
MI APRECIADA SEÑORA, ES UN PLACERSAZO LEERLA.
BESOS
Cansado me siento, pero jamás de leer tus poemas.
Precioso como todos, mucho.
Besos, niña.
Precioso, sentido y amoroso poema. Me ha gustado mucho te felicito.
Gracias por tu visita.
El deseo de volver, el deseo de ese abrazo es tan fuerte que no se puede luchar contra ello.
Me ha gustado.
un abrazo
María, lindo poema. Entre abrazos, besos, sueños y poesía se unen las almas que se aman para volar en los brazos del amor sin fin.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Juan Antonio
A veces, vuestra visita es como un vaso de agua en un caluroso día de verano, o en tardes como esta, un café con leche calentito.
Muchas gracias y besos.
Seguro que esa nota hace que sienta tu alma en la suya.
Bello, muy bello María.
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