Cuando pases al lado de un jazminero
corta un ramillete de flores para mi.
Ponlas junto a tu almohada en la noche
para que cuando yo salga de tus sueños
perciba que vivo entre la gloria de tu vida
y el perfume de un bello jardín.
Dime palabras bonitas, no calles cielo,
que entre nosotros no caben reparos,
ni miedo a que algo no suene bien.
Yo, a cambio y porque lo deseo,
llenaré tu cuerpo de besos
tatuando de caricias hasta el último rincón
...de tu alma, tus días y tu sentir.
María Arteaga
***
11 comentarios:
Jazmines para tu vida,
besos que saben a miel,
caricias de mariposa
y vida como en un edén.
Buenos días y feliz domingo...
María poetisa.
jazmines son los que nos regalas tu dulce y sensible poeta con tus letras anegando nuestra alma de su bellisima esencia un besin muy grande de esta asturiana amiga y admiradora.
Te regalo un ramito de jazmines en este domingo de primavera, ¿los aceptas?. Bonito poema, María.
Un beso, niña.
María, un ramo de jazmines precioso, ¿sabías que es mi perfume favorito? bonito ramo. Besos
María, ¡el cielo debe ser algo así!
Algo como tu , tu poema la entrada y tú el cielo.
Un beso
Eres una artista de la palabra...
Un saludo.
Hola María.
Me encanta el poema. Lo he leído varias veces y es una maravilla.
Los jazmines en su almohada para que ella sienta la gloria al salir de sus sueños...Muy bonito, si señora.
Besos
Me gusta tanto el poema como los jazmines.
Un beso muy grande
Preciso un jazmín,
solo uno de tus manos
para adornar mi solapa.
Bonita poesía.
Un beso, preciosa.
Un más
Los comentarios se hicieron poesía
y el poema se adornó de una sutil belleza.
Besos y muchas gracias.
María.
Ufffffffffffff,¡Que maravilla!
Besos
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