jueves, 30 de diciembre de 2010

El mimo de dulce sonrisa


Apenas hace unas horas que caminaba al lugar donde trabajo. Cerca de una entidad bancaria se encontraba un muchacho vestido y pintado de dorado.

Vertía agua desde una ánfora a una fuente o recipiente con unos movimientos tan delicados que trasmitían paz y felicidad. Me he parado frente a él y le he mirado a la cara, me ha sonreído levemente; imagino que si hace gestos bruscos su maquillaje se estropearía por la gesticulación. He depositado en otro recipiente que había en el suelo unas monedas y he preguntado si podía hacer una foto, él ha asentido con una sonrisa encantadora. Parecía una escultura griega o romana. Ahí me pierdo, pero he llegado al trabajo con la misma sonrisa que él me ha regalado. Creo que tenía algo de mago, porque mi tarde ha sido tranquila y casi feliz. Cuando he terminado mi jornada laboral, el chico continuaba en el mismo lugar haciendo lo mismo. Admiro de una manera especial a la gente que hace este trabajo, disfrazarse, maquillarse y desmaquillarse es una tarea de titanes.
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Hoy, veinticuatro horas más tarde, he pasado por el mismo lugar y el chico estaba allí, en pié sobre ese pedestal de madera. Me he acercado hasta él y le he preguntado su nombre. Es muy bonito: "Selem", aunque su nombre artístico es "Acuario". Es del norte de Marruecos, me ha parecido entender Rif, cerca de Melilla. Tiene la voz lo mismo de dulce que la sonrisa.

Gracias chico de sonrisa dorada, felices fiestas, que la vida y los Magos de Oriente sean generosos contigo.


María Arteaga

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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola María.

Te comprendp perfectamente. Yo también vi ayer a ese chico en la calle. Era una escultura viva.

Feliz año nuevo y que tus sueños se hagan realidad.

Begoña Argallo dijo...

En dos palabras: im presionante visto desde aquí, así que en la realidad más impresionante aún.
Me admira cómo son capaces de pasarse horas enteras inmóviles observando la calle, donde la gente casi ni les mira, menos aún echarles unas monedas. Es algo de lo que me sé incapaz, estarme quieta y esperar la voluntad.
Por aquí hay una versión plateada. Una chica vestida de novia, con pamela y flores plateadas también. En verano asfixiaba de solo verla, pero en invierno te da un frío de miedo.
Lo dicho: mi admiración.

El Sol dijo...

Seguramente que no pudo resistir tu sonrisa y te regalo la más dulce de las suyas. Estoy seguro que eras la única que camino del trabajo se paró para hacerle una foto. Eres especial y él lo supo.
Besos, niña.

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Gracias por tu visita y tu comentario.
De todos los comentarios que he recibido el tuyo es el más me ha gustado, tu has captado perfectamente lo que he querido expresar sobre la mujer.
me ha encantado "el mimo de dulce sonrisa", tienes una gran sensibilidad para detectar los sentimientos de los demás, es un don.
Gracias por seguir mi blog, yo no me pierdo el tuyo.

Ricardo Miñana dijo...

Que la ilusión y la esperanza sigan llamando a la puerta en el nuevo año que llega,
y que se cumplan tus deseos.

¡¡¡Feliz año 2011!!!

Anónimo dijo...

SIEMPRE ES UN GUSTO VISITAR SU ESPACIO.
UN ABRAZO

Uno más dijo...

Paseando por tu pasillo tengo que descalzarme, temo quitar el brillo que cada día, con tus palabras y sentimientos depositas tan dulcemente.

Besos, y feliz año nuevo. Confía que será así.

J.A dijo...

Hola princesa.

Ese chico de sonrisa dorada encontró una persona especial, tú.

Feliz año nuevo. Besos de J.A