Deambulo perdida sin ti
en esta mañana donde el sonido
es el recuerdo de tus palabras.
Suplico tu presencia
y mis ojos me engañan,
haciendo que vea tu sombra
disimulada junto al callado árbol
adornado con luces de estrellas.
Aquel lugar de tu descanso
ha llenado el vacío
que ha dejado tu ausencia.
Te dije una frase al oído
y contestaste que ya lo sabias,
tu mirada acongojó mi alma.
¡Vi una infinita tristeza!
María Arteaga
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