viernes, 1 de noviembre de 2013

Recordándole...



Blanco y frío como invierno de nieves.
Rodeado de flores que miraban al frente
sorprendidas del dolor que sentíamos
detrás de los cristales.
Blanca y fría tu piel,
roncos los corazones abandonados
a la deriva de nuestra suerte,
como un barco que rompió la tormenta
sin capitán que diese órdenes
para llegar a puerto de nuestro destino.
Todavía seguimos confusos, incrédulos,
perdidos te echamos de menos
recordando cada segundo compartido.
¡Padre!


María Arteaga


***

13 comentarios:

María dijo...

Manuel, ayer hizo cuatro años que soltaste mis manos y cerraste tus ojos.
Mis manos temblorosas de miedo e impotencia. Te quiero

El Sol dijo...

Buenos días María.

Hoy no puedo quedarme con unos versos como regalo,
este poema es tan bonito que hace llorar al sol.

Un beso, niña.

Anónimo dijo...

Muy bonito y sentido. Saludos

Begoña Argallo dijo...

Qué complicado se hace acostumbrarse a una persona importante en pasado.
Pero qué bonito también sentirle cerca, aunque ya no esté.
Un beso

Kasioles dijo...

Y tu poema, cargado de sentimiento, llega al corazón y emociona, yo también entiendo de eso.
Soy Kasioles, una amiga de´André de Artabro, venía para anunciarte que mañana, día 3, celebra su cumpleaños, si te acuerdas, felicítale, se va a alegrar.
Cariños.
Kasioles

Talismán dijo...

Emoción en tus palabras y en tu corazón.
También en el mío. BS

Anónimo dijo...

Bonito recuerdo. Que Dios lo ampare eternamente

Anónimo dijo...

Es lo mas bonito q. he leido desde hace mucho tiempo. bonito y emotivo. BESOS

Anónimo dijo...

Mi calor está contigo en momentos así.

Besos María y gracias

Anónimo dijo...

Me parece muy bello el sintimiento que as puestoen este bello poema.
Saludos me quedo en esta tu casa.

uno de lejos dijo...

Qué bonitas tus letras, qué linda eres murciana.

Besos

uno de lejos dijo...

Lindo tu poema para recordar, aun ser querido. Un beso mi niña.

María dijo...

Gracias y besos.