No hagas ruido por favor,
te lo agradecerán las hadas
que están a mi alrededor.
Los cuadros colgados de las paredes
y las cañas de bambú.
No es necesaria tanta luz
deja que viva entre penumbras,
hoy me hace daño
hasta el brillo del Sol.
Permite que sea yo misma
te lo ruego,
deja que suene la música
flojita, suave...por favor.
María Arteaga
***
8 comentarios:
Yo soy música suave.
Escucha...¿oyes?
Soy la cortina y
las gafas que ocultan
el brillo del Sol.
Soy las manos que tapan tus oídos
y las que acarician tu yo.
Besos
¡Qué preciosidad! me gusta mucho!!.
Un beso!
Sin ruidos como una seda deslizandose en un pasillo encerado o como una caricia disimulada en el preámbulo.
A veces, solo a veces, es necesario, imprescindible, impagable... o imposible.
Besos señora Maria.
María es precioso. Cada día son más bonitos.
Espero y deseo que solo sea un hermoso poema y no tenga que ver nada con tu estado de ánimo.
Besos, niña.
Muy bonito María.
Un poco triste, pero bonito
Besos
Gracias a tod@s por vuestros comentarios.
Os lo agradezco desde el rincón más oculto de mi corazón.
Besicos desde Murcia
Gracias siempre a tí, María.
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