domingo, 8 de febrero de 2009

El tren fantasma


Ayer 7 de febrero tocaba tertulia en Cartagena. Salimos de Murcia a las 12:10 y el viaje lo hicimos en tren. Sacamos billetes de ida y vuelta, con hora de regreso a las 21:10. Toda la tarde para pasear, ver museos, hacer fotos y disfrutar de un merecido día de descanso; a las 18 horas cita en  Librería Escarabajal. Todo se cumplía como estaba planificado, salimos de ese rincón de palabras dormidas, con una sensación agradable, como agradable es el grupo de personas que nos acompañaron. Cuando hablo en plural es por que yo iba acompañada de mi amiga M. Carmen, formamos un dúo estupendo; todo nos parece bien y nos respetamos mutuamente. Bueno, todo se desarrollaba en perfecto orden, llegamos a la estación de ferrocarril media hora antes de la salida del tren. Oímos por megafonía: el tren con destino Murcia efectuará su salida por la vía tres, y nosotras después de las preguntas adecuadas, esperamos a que llegara el tren y la hora de salida. Esperamos...esperamos...esperamos y nos cansamos de esperar. Nos dirigimos a la ventanilla de venta de billetes y tras preguntar, nos dice el señor que nuestro tren ya ha salido, pues él estaba ocupado y no ha podido anunciar de nuevo que el tren había cambiado de vía, estaba en la cuatro por una avería que entorpecía el tráfico de las locomotoras. Confusión, impotencia, agobio y vuelta a Murcia en taxi. Invitamos al viaje de regreso a una joven pareja con la misma suerte que nosotros. Una anécdota para contar, escribir y tratar de olvidar, espero que no vuelva a pasar y mañana pienso ir a la oficina de Renfe en Murcia y averiguar por que el señor de ventanilla dijo, que no tenía hoja de reclamaciones: ¡he dicho!

María

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

El tren, es un medio bonito y agradable donde una vez al mes, María y yo viajamos desde Murcia a Cartagena para participar en la tertulia que hacen unos amigos en la libreria "El Carvajar".Ayer tuvímos la mala suerte de quedarnos en dicha estación por la ineficacia del señor que por megafonía anunciaba la salida del trén en una via equivocada, quedandonos compuestas y sin medio cuatro personas. Lo más gracioso fué, que a pesar de pedir hoja de reclamaciones nos la negaron, teniendo que tomar, un taxis para regresar a casa, con el coste que nos supuso y la sensación de impotencia causada por el empleado.Procurare quedarme, con el recuerdo del viaje de ida, en el que el revisor educado y simpatico se presto a hacernos unas fotos a mí amiga y a mí, echandonos un piropo gracioso y que guardaremos para levantar nuestro ánimo cuando nos pasen cosas tan desagradables como la que nos paso.,Tambien quiero dar las gracias al taxista que nos trajo, Jose, por ser tan considerado y cobrarnos lo minimo. Al final amiga lo bueno prevalece siempre sobre lo malo ¿no?,y yo, me traje cinco libros sobre la vida de Isidoro Máiquez, un supuesto pariente de mi familia.Un besito y no lo olvides "princesas siempre" , volveremos.Cartagena, esperanos.

María dijo...

Es cierto, siempre princesas. El ánimo alto y tú sabes que tenemos fuerza suficiente, para solucionar esos pequeños incombenientes. Nos quedaremos con los piropos del revisor, la simpatía de las azafatas del museo, el trato del camarero, la atención y preucupación de amigos, de Jose el taxista, de Pepe el otro taxista que me llamó más tarde, de los agentes de Protección Civil, el taxista que nos dio la tarjeta...Si es que hay gente muy salá...princesa. Cartagena nos espera en marzo, y ojo que se porte mal el tren¡ Un beso.

María dijo...

Y no olvides a la dependienta de la perfumería que nos regaló perfume y dejó que nos rociaramos de varios de ellos, nuestros compañeros de la tertulia, pensarian que eramos una perfumeria andante ¿a que si?
siempre princesas, ante las adversidades, más princesas.
Otro beso.