viernes, 12 de diciembre de 2008

Clase en la calle



Aquella clase en busca de la chispa en la calle fue bonita. Profesor y alumnos caminando por jardines en primavera,
la Virgen de los Peligros nos sonrió al vernos pasear alegres. Revuelo de almas inquietas al pasar por el puente.
Poco a poco descubrimos su idea y era genial, no deseábamos perder un minuto de vida, nos alegramos.
Arboles, gente, flores y pasos cortitos.
Lápiz y papel en nuestras manos, una cámara de fotos que plasmara el recuerdo, esa imagen perdida, pero 
 que perdurará para siempre. Bonito regalo.
Mi rostro oculto, a este lado sonriente.Yo era la fotógrafo.

María

***

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada vez que paso por el jardín de Floridablanca lo miro con otros ojos. Al formar parte del grupo que esa tarde salió a dar la clase de literatura en la calle conservo en mis retinas todo lo vivido. Tome muchas notas, pero no he escrito nada, pero eso no importa, me quedo con las sensaciones que experimente al lado de todos, paseando por el jardín, e igual que el protagonista de "El perfume", tratando de atrapar los olores que allí se percibian.

Pájaro alado dijo...

querida amiga, no sabes lo que siento no haber podido estar con vosotros ese día, yo soñaba con el, desde que el profe nos lo dijo, pero me lo perdi.Fue un castigo.
Espero que un día me espliques como son las flores de tan bello jardin. un beso

María dijo...

"El profe"caminaba a mi lado.Yo he cuidado las flores de ese jardín e intentaba que conociera las cosas más bonitas de nuestra ciudad.
Rosas, galán de noche, geraneos rojos, margaritas y la flor de la pasión.Esta última le llamó la atención, su flor es parecida a un jazmín o un hermoso azahar, blanco inmaculado.Pero sobre todo los gigantes ficus fueron testigos de nuestros pasos.
El grupo de compañeros caminaba detrás, bueno, dos de las señoras se quedaron sentadas, estaban cansadas y aguardaron comodamente nuestro regreso.Antonio me dijo...
no parece que tomes muchas notas, escribes poco.Yo le contesté que era su guía.
Siento que una bonita flor como la amapola no formara parte del ramito de almas.
Yo tampoco tenía muy seguro hacer esa clase en la calle, pero las circustancias y mi jefe...otro Antonio me lo permitieron.
Alguna tarde volveremos a caminar por ese lugar precioso.Un beso.