sábado, 27 de diciembre de 2008

La guitarra...lo más


Apenas era una niña cuando mi padre compró una radio preciosa. Yo disfrutaba mucho con la música, y además tengo desde jovencita mis favoritos. Me gusta Raphael , Bruce Springsteen, Miguel Ríos, Joan Manuel Serrat. Pero además me gusta su forma de vida, ignorando criticas maliciosas que nunca son buenas para nadie. En mi adolescencia había un grupo, creo que era americano, que hacía mover mis pies en cuando sonaba el primer acorde, su nombre es muy difícil para los que desconocemos su idioma: ( Clearence Clearwater Revival ). Recuerdo sus canciones como si fuese ayer. Hace un tiempo que descubrí a un cantante gaditano: El Barrio, me chifla su música. Sus canciones son hermosos poemas que llegan a mi corazón de una forma especial, seguramente debe ser mi sangre andaluza. También me gusta el jazz que hace Antonio Esperón, es de Huelva. Tiene un tema "Orfeo Negro", un clásico brasileño a dos guitarras que es para morir. Bueno, me gusta la música de todas formas, violín, guitarra, piano y el acordeón cuando suena en la calle. Me transporta a París.
El Canto del Loco, El Divo, Yanny, Diego el cigala, Tom Jones...
¡ Que una suave melodía nos acompañe siempre!


María


***

4 comentarios:

María dijo...

De Serrat os recomiendo un tema que canta con Noa-Es caprichoso el azar- es precioso y - Orfeo Negro- de Antonio Esperón.Vereis las guitarras llorar.Un beso.

María dijo...

He salido pronto del trabajo.
Regreso a casa por la calle Trapería, y casi al final de la misma, junto a La Plaza de Santo Domingo hay un cuarteto de músicos.
Tocan la banda sonora de la película Titanic, es bonita. Me hacerco a ellos y hecho en la funda del violín unas monedas.
Agradecen mi gesto con una sonrisa,
la misma que les regalo yo.Y tocan unos acordes más altos, otro regalo
y otra sonrisa, mia y de ellos.
Un beso.

María dijo...

Amaia Montero camina sóla.Tiene un tema de su primer disco en solitario que es un poema con música. (Quiero ser )

***

Quiero ser el verbo puedo,
quiero andarme sin rodeos,
confesarte que una tarde
empecé a morir por ti.
Quiero ser una emigrante,
de tu boca delirante,
deseos que una noche
convertiste en mi dolor.
Quiero creer, quiero saber,
que dormiré a la verita tuya

Anónimo dijo...

Eres un delicia, me encantas ¡¡¡

Besos.