domingo, 2 de noviembre de 2008

Piropos



Nunca te dejes de querer, que siempre habrá alguien que tus lágrimas sepa secar.Y te digo más: si has confiado en mis oídos, mis labios te pertenecen.
¿Que tienes de andaluza?...Tus ojos y tu mirar.

Con tanta caída te estás perdiendo mis piropos, dijo él.
Gracias. Besos.

Eres menuda, frágil y olorosa como la violeta.

Tendrás que llamarme si quieres que seamos amigos,
ya no puedo perseguirte más.

Estuvo en su estudio solo, escuchando a Neruda.
Pensando en ella y soñándola, sin hacer nada más que hecharle de menos.

Ayer 30 de marzo de 2009 en mi nuevo lugar de trabajo: gracias a ti por hacernos una lectura agradable.

Otra frase en el miso lugar: María lo que tú hagas, está bien.
Cada día me convenzo más de que si no te tuviera, me habría roto.
Gracias por tu apoyo que percibo y valoro como joya de reina.
Domingo de Resurrección que siento, como si fuera yo el que ha vuelto a la vida al poder recuperarte.
Eres mi alegría constante, que preciosidades me mandas.


***

2 comentarios:

María dijo...

Los piropos son muy agradables si sabes que los dicen desde el fondo del alma.!Menudo alimento!Gracias.

Anónimo dijo...

Tú sabes que te los mereces, pero lo mejor de todo, es que no te das cuenta de lo hermosa que eres.

Sigue asi, no cambies por favor.