De ahora en adelante, que frío,
si no llegas tú.
Se que es otoño y parece invierno,
apenas se adelantan las noches y
ya deseo de nuevo el calor.
Tardes cálidas... mes de julio,
como cuando al final del día
apareciste tú.
Soy menuda, frágil de apariencia,
no es cierto, yo fuerte como el roble.
Aguanto temporales, lluvias sin techo,
si me rescatas tú.
Cuando aparezca la primavera,
vestiré mi barca de amapolas.
Calaré mis velas de atardecer
y de nuevo soñaré.
Juntos esperaremos la noche,
no importa si en la distancia.
Fundiré mis ansias a ti
y cuando oigas mi voz,
vuela como cometa libre.
Esperaré tu vuelta,
pero dime que vienes, por favor.
Se que no tienes alas,
tampoco yo.
María Arteaga
***
6 comentarios:
No se que siento, en serio. Solo que la alegría es mi amiga callada.
La vida es un cruce de caminos, a veces sin destino.Un beso.
Precioso poema, Isis
Un beso
Gracias por tu visita anónima.Un beso.
Tengo que escribir un poema para una futura mamá que no conozco, pero lo haré encantada.Un beso
Me gusto el poema que le hicíste a la futura mamá, solo una madre podria dar tan buenos consejos, eres estupenda. sigue asi.
Siempre lo digo y en estos días de Navidad lo confirmo:tengo mucha suerte con mis amigos.Es cierto que yo los mimo, pero lo hago de corazón.Y corresponden y responden.Por vosotros, por que os necesito para seguir viviendo, por mi familia que es lo más importante de mi vida y por que soy como soy, te haré caso amapola, intentaré no cambiar.
FELIZ NAVIDAD
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